jueves, marzo 31, 2011

Incertidumbres fabricadas

A PROPOSITO de la catástrofe en Japón, conviene distinguir aquella parte (terremoto y tsunami) que se deriva de una "decisión" hasta ahora impredecible e inapelable de la naturaleza, de la otra (desastre nuclear), que se deriva de una creación y una cadena de decisiones exclusivamente humanas.
por Ernesto Aguila Zuñiga. Cientista Político-La Tercera. 30/03/2011.

A PROPOSITO de la catástrofe en Japón, conviene distinguir aquella parte (terremoto y tsunami) que se deriva de una "decisión" hasta ahora impredecible e inapelable de la naturaleza, de la otra (desastre nuclear), que se deriva de una creación y una cadena de decisiones exclusivamente humanas. La distinción puede ser útil, pues permite diferenciar los riesgos propiamente naturales, que sólo podemos atenuar en sus consecuencias, de los desastres derivados de riesgos humanamente fabricados.

El acelerado avance científico y tecnológico ha ido acentuando estos riesgos de segunda generación, al punto de que algunos autores han hablado de una "segunda naturaleza", constituida por una maraña de conocimientos y tecnologías -de distintos alcances y rangos, incluso globales- que configuran un nuevo entorno humano, con cuyas amenazas e inclemencias se deberá lidiar crecientemente, como se ha hecho hasta hoy con la "primera naturaleza".

Pero existe una diferencia de fondo. Si sobre las catástrofes naturales no podemos deliberar ni decidir (sólo intentar perfeccionar su mitigación), sobre estas nuevas "incertidumbres fabricadas" los ciudadanos deberían poder debatir y optar, es decir, dirimir democráticamente con cuáles "riesgos fabricados" están dispuestos a convivir y de cuáles definitivamente quieren pasar de largo, o bajo qué pormenorizadas condiciones están dispuestos a asumirlos. Ver artículo completo.

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