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Ban Ki-Moon advierte que atrás quedarán los días en que se podía emitir CO2 o dióxido de carbono. En un futuro muy cercano se controlará cada tonelada emitida. En estos días, la tonelada de CO2 está avaluada en 20 dólares. Estos valores cambian y todo indica que sólo lo harán en forma ascendente.
Por Raúl Sohr / La Nación Domingo, 31 de mayo de 2009.
"Las predicciones científicas se quedaron cortas", afirma Ban Ki-moon, secretario general de Naciones Unidas, aludiendo a la gravedad del cambio climático.
Estas palabras vienen de pronunciarlas ante 700 de los principales empresarios del mundo reunidos en Copenhague. En tono conciliador, señala que comprende a los políticos: ellos dependen de sus electores y suelen fijarse metas de corto plazo.
Para los capitanes de la industria, el mensaje es más duro: llegamos al fin de la economías basadas en combustibles fósiles: petróleo, carbón y gas.
El mundo camina hacia una economía verde que descansará en las energías renovables y no contaminantes. Ban Ki-moon, con su estilo pausado, se crispa al señalar que ha viajado por el mundo y ha visto los efectos de la devastación climática desde la Antártica a Myanmar y desde el corazón del África al Ártico.
En las economías de mercado, y aun en aquellas que no se rigen por las leyes de la oferta y la demanda, surge un factor al cual será imposible escapar: es el control de las emisiones de gases causantes del efecto invernadero que, a su vez, origina el calentamiento global. Ban Ki-moon advierte que atrás quedarán los días en que se podía emitir CO2 o dióxido de carbono.
En un futuro muy cercano se controlará cada tonelada emitida.
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Por Raúl Sohr / La Nación Domingo, 31 de mayo de 2009.
"Las predicciones científicas se quedaron cortas", afirma Ban Ki-moon, secretario general de Naciones Unidas, aludiendo a la gravedad del cambio climático.
Estas palabras vienen de pronunciarlas ante 700 de los principales empresarios del mundo reunidos en Copenhague. En tono conciliador, señala que comprende a los políticos: ellos dependen de sus electores y suelen fijarse metas de corto plazo.
Para los capitanes de la industria, el mensaje es más duro: llegamos al fin de la economías basadas en combustibles fósiles: petróleo, carbón y gas.
El mundo camina hacia una economía verde que descansará en las energías renovables y no contaminantes. Ban Ki-moon, con su estilo pausado, se crispa al señalar que ha viajado por el mundo y ha visto los efectos de la devastación climática desde la Antártica a Myanmar y desde el corazón del África al Ártico.
En las economías de mercado, y aun en aquellas que no se rigen por las leyes de la oferta y la demanda, surge un factor al cual será imposible escapar: es el control de las emisiones de gases causantes del efecto invernadero que, a su vez, origina el calentamiento global. Ban Ki-moon advierte que atrás quedarán los días en que se podía emitir CO2 o dióxido de carbono.
En un futuro muy cercano se controlará cada tonelada emitida.
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